MAMMA MÍA!!

Pronto será el día de la madre, aquí se festeja en octubre, aunque en gran parte del mundo se hace en mayo.
De todas formas mi mamá festeja en mayo, porque en ese mes verdaderamente se convirtió en madre, ella y yo nos recibimos el mismo día, pero ella hizo la triple licenciatura, en cambio yo, sólo tengo una madre (y con eso me basta).
Hace un tiempo escuché a un famoso conferencista uruguayo decir “nuestras madres latinas son las que nos digitan la vida, las que nos marcan”… y es cierto, los primeros 20 años de nuestras vidas tenemos a mamita atrás haciéndonos las cosas, diciéndonos cómo hay que hacer tal cosa y cómo tal otra. Algunas más arriesgadas, te dejan ir apenas terminás la secundaria a hacer tu vida, otras, hasta te compran los condones cada vez que salís (por si acaso).
A lo largo de mi corta vida, he tenido varios ejemplos de madres y todas, valen oro.
Por eso hoy abrazo, con todos los sentidos a:
© Mis tías abuelas, que son madrazas y que todo lo que siguen haciendo por sus hijos lo hacen tan intensamente, pasionalmente por decirlo de algún modo
© A mi madre misma, que siempre hizo lo mejor que pudo conmigo y mis hermanos y que no nos limita, sino que nos incentiva a que no tengamos límites cuando queremos algo
© A las madres y abuelas de Plaza de Mayo, que siguen buscando a sus hijos y nietos sin descanso, sin perder las esperanzas
© A las madres del corazón, aquellas que adoptan un angelito y le dan el amor que sólo una madre sabe dar
© A Alicia, la historia más triste que conocí en mi vida, que dejó a sus hijos pequeños para que su marido no la matara ni a ella ni a sus hijos y que años después fue asesinada por su hijo, que nunca entendió su sacrificio
© A las madres a las que les tocó hacer de padres, porque son las madres más “padre” de todas
© A las futuras madres, que son las que más le temen al futuro, pero las que más lo ansían
© A las hijas, porque soportan, muchas veces, los rayes, calenturas y enojos y porque ser hija también es un oficio interesante
© A las abuelas, porque nos quieren como madres, pero nos consienten muchísimo más
Ser madre además de ser una decisión es una vocación, no es lo mismo ser madre para sentirse realizada como mujer que ser madre para dar y recibir amor, para dar vida.
Nada debe compararse con el momento en el que una madre y un hijo se conocen, o mejor dicho se reconocen, en el que se miran por primera vez y se dan su primer abrazo.
No hay amor más entrañable que el de una madre y sus hijos, porque no es un amor que se fabrique, que se construya o que surja de un día para el otro, sino que es desinteresado, natural, de siempre y para siempre…
¡FELIZ DÍA A TODAS LAS MADRES!