sábado, 24 de octubre de 2009

Panchito Abal II


Después de leer "La Sociedad de la Nieve"...

Panchito, Panchito, Panchito... no pude parar de llorar, no pude sacarme el hielo del alma, ¡cómo sufriste!, ¿por qué tanto?, ¿qué sentido tuvo que encontrara tu historia?, ¿por qué te encontré?...

Me duele, me duele la herida de tu alma, mi razón no entiende la razón de mi dolor, mi razón no entiende la razón de los hechos, ¿por qué pasó todo lo que pasó?

Te di un abrazo para el alma, pero, ¿se puede dejar el alma en un abrazo?...

No entendía por qué te fuiste tan pronto, sin ni siquiera poder pelear tu estadía en este mundo… descansá en paz, ahí cerca de Dios, no basta un libro para terminar de conocerte ni basta un solo abrazo que pueda abrazar tu alma…

Lo único que mi razón entiende es por qué seguís estando tan presente, por qué muchos buscan conocer tu historia, por qué otros tantos no se la olvidan... debiste haber sido especial… lo seguís siendo y por eso (te) escribo como te estoy escribiendo

(Yendo de derecha a izquierda es el segundo de la fila de abajo)


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