Siempre fui muy reticente a los cambios, pero si no se experimentan uno involuciona, no avanza, se estanca.
Lo único que siempre iba cambiando era mi dirección de correo, llegué a tener dos o tres por año... eso también cambió.
Quizás todo lo que pasa es porque entré en mi segunda década de vida y dejé de lado la superficialidad y otras tantas cosas. El dinero es lo que mueve a la mayoría del mundo, aunque a mí todavía me mueve el amor... yo no podría casarme con alguien que no amo, abrazar a alguien que no quiero o saludar a alguien que no me cae bien, puedo pasar por maleducada, pero fui criada así y si uno tiene buena crianza, como la que me dieron mis padres, hay cosas que no cambian nunca.
No obstante este año fue y es de muchos cambios para mí, cambios que todavía no terminan, pasé por una transformación muy grande, un viaje, me fui a unas mini vacaciones a finales de marzo y después de eso nada volvió a ser lo mismo, mi viaje no fue solo un cambio de posición sino también un cambio estructural en mi vida que derivó obviamente en un cambio de vida.
De este cambio hablo... de dejar de lado la superficialidad, de aprender a ser fuerte, de darme cuenta de lo que quiero, cómo y cuándo lo quiero y por sobre todas las cosas, a quienes quiero a mi lado, quienes merecen estar y quienes no, quienes tienen que estar y quienes no... puede decirse que mi cambio fue de posición, de lugar, porque sí, mi punto de vista cambió, mi vida cambió... Ya no soy la misma.
Otra razón por la que estoy acá es para escribir, antes lo hacía en un fotolog, donde importaba más la foto que el texto, ahora no, importa más el texto que la foto, importa más la esencia que la imagen...
Así soy yo también... al diablo con las apariencias, mirame a los ojos y mostrame tu alma!"
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