Porque me diste el más amargo de los amores y el más lindo de todos los dolores.
Porque te aprovechaste de mí.
Porque te borraste, te esfumaste, huiste cuando yo más te necesitaba.
Porque te fuiste cuando yo te había dicho que era imposible no quererte, cuando te quería conmigo lo que nos durara... mientras estuvieras.
Porque fuiste incapaz de decir un sí o un no, sino que simplemente no volviste.
Porque los días que te esperé devinieron en semanas y las semanas en meses.
Porque yo veía triple, y los puntos que yo creí que eran suspensivos, en realidad eran un punto final.
Porque aún sabiendo que en algún momento te ibas a ir, seguiste apareciendo y me seguiste ilusionando.
Porque fuiste marca, te convertiste en huella y no hay mar de recuerdos que pueda borrar lo que nos pasó.
Porque nunca te importó nada de todo lo que te di.
Porque me partiste, también el corazón.
Porque me hiciste quererte y todavía, más allá del tiempo que pasó, no puedo dejar de hacerlo...
Pero me dolés, me dolés tanto, tanto, tanto, que ya no sé si es más fuerte lo que te quiero o lo que me duele quererte...
Así no puedo seguir, así no quiero seguir.
Y por eso ya no te espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario