Un jueves cualquiera, tomé un colectivo junto con una amiga, iríamos a su casa a hacer un trabajo práctico. Nos subimos, pagué mi boleto y me senté, inmediatamente después fijé mi vista en lo que pasaba en la calle, en la vereda, en el "afuera".
Después de más o menos media hora de viaje mi amiga me dijo: ¿En qué pensás?
Ese día la gente estaba particularmente extraña, miraba y tenía la sensación de que todos estaban tristes, preocupados, confundidos... solos.
-Estoy pensando en Eleanor Rigby. Le contesté a mi amiga.
-Yo también-me respondió.- ¡Qué vida de mierda la suya!
-¿Era una vida?
-La que ella eligió
-¿Creés que la eligió?, nadie elige juntar arroz en la puerta de una iglesia.
-Capaz que a ella le gustaba.
-Quizás no tuvo otra opción-sugerí.-Andá a saber qué era lo que hacía antes de juntar arroz...
Seguí mirando por la ventana. Vi una chica correr sin rumbo, lloraba desconsolada y parecía estar dolida, decepcionada, pero más que nada desencantada.
-Eleanor-murmuré
-¿Qué dijiste?-preguntó mi amiga.
-Que es hora de bajarnos- le respondí y nos preparamos para bajar a la realidad, otra vez.
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